sábado, 17 de noviembre de 2012

Las posibilidades terapéuticas del Hatha-Yoga



                En la época moderna, con la creciente fusión y práctica ventajosa del hatha-yoga          –verdadera ciencia de la salud- prolongación de la juventud de la vida, además de una perfecta armonía psicofísica, aumentan, sin duda y cada vez más, sus aplicaciones terapéuticas en múltiples trastornos psicosomáticos.
                Conviene señalar que el hatha-yoga no significa una simple “gimnasia”, de naturaleza médica o fisiológica, que se propone generar unos efectos benéficos de carácter esencialmente neuromuscular. EL hatha-yoga es en rigor un “método energético integral” en el que los elementos físicos no pueden separarse de los espirituales. A este respecto merece una cita especial la avalada opinión del eminente y famoso C.G. Jung: “Las numerosas prácticas del yoga correspondientes al cuerpo constituyen una higiene fisiológica superior a los habituales ejercicios de gimnasia y respiración, tanto más en cuanto no son simplemente mecánicos o científicos, sino filosóficos, y activan las distintas partes del cuerpo asociándolas al espíritu en su integridad. El yoga une el cuerpo y al espíritu de manera extraordinariamente completa. “
                En un antiguo texto hindú encontramos que los signos de perfección en el hatha-yoga son los siguientes:
a)      Un cuerpo más esbelto.
b)      Una lengua más elocuente.
c)       Sentidos interiores que perciben más claramente.
d)      Ojos más claros y luminosos.
e)      Un cuerpo libre de enfermedades y obesidad.
f)       Fluido seminal controlable.
g)      Aumento del poder digestivo.
h)      Purificación de los canales psíquicos.

La práctica del hatha yoga permite obtener una síntesis del equilibrio necesario para el
individuo, con las siguientes cualidades: Salud, Sabiduría, Sensatez, Serenidad, Santidad.
                Según señala el docto Aldo Saponaro, la ciencia médica ha encontrado, en términos de fisiología moderna, una explicación para la mayor parte de sus efectos benéficos.
                De hecho, muchos de los ventajosos efectos del hatha yoga pueden ser explicados atribuyéndolos, probablemente, según los casos, a las siguientes causas básicas:
a)      Mayor oxigenación de la sangre.
b)      Mayor eliminación de toxinas.
c)       Una más intensa irrigación sanguínea a los órganos y tejidos.
d)      Una estimulación mayor de las glándulas excretoras o secretoras.
e)      Un masaje indirecto de las vísceras internas.

Todos los hechos mencionados suceden con la adopción de determinadas posturas
Corporales (asanas) o de la práctica de ciertos modos de respiración (pranayama).
                Son múltiples y variados los efectos benéficos de la práctica del hatha yoga. En este sentido conviene enfocar los de orden físico y psíquico.
                Desde un punto de vista físico o somático pueden citarse los siguientes resultados:
a)      Potencia las energías del organismo.
b)      Desintoxica los tejidos.
c)       Relaja el sistema neuromuscular.
d)      Confiere mayor activación a los diferentes sentidos.
e)      Tonifica las funciones glandulares.
f)       Refuerza un estado de equilibrio –ésta circunstancia es de gran interés.

Las técnicas del yoga permiten alcanzar o recuperar el equilibrio natural del cuerpo. Un
estado de equilibrio facilita el desenvolvimiento de  todas las funciones vitales de los órganos internos y estimula armónicamente las actividades fisiológicas, en cuanto que un equilibrio inestable o imperfecto, que acostumbra a aparecer como consecuencia de los hábitos y exigencias antinaturales de la vida moderna, constituye un obstáculo y perturba las referidas funciones o actividades.
                Desde el punto de vista psíquico o mental pueden ser mencionados los siguientes efectos:
a)      Desprendimientos de las pasiones.
b)      Dominio de los impulsos.
c)       Dilatación del espíritu.
d)      Control de los pensamientos y de las emociones.
e)      Desarrollo particular de la fuerza de voluntad, del autocontrol, de la memoria, de la capacidad de reflexión y de concentración.
f)       Favorece la actividad mental.
g)      Aumenta los poderes intelectuales.
h)      Proporciona serenidad, confianza, optimismo y paz interior.

                Si se suman los dos grupos de efectos benéficos citados por el doctor Aldo, podemos afirmar que la práctica del hatha-yoga:
1.       Proporciona salud, fuerza y bienestar psicofísico.
2.       Permite evitar la dispersión de las energías.
3.       Favorece el rejuvenecimiento material de los tejidos orgánicos.
4.       Elimina la tensión nerviosa.
5.       Proporciona un dominio de los sentidos en beneficio de la mente.
6.       Facilita las funciones del cuerpo y la actividad.
7.       Ayuda, finalmente, a vivir en profundo acuerdo y sintonía con la naturaleza.

                      
Conviene indicar que los variados ejercicios de hatha yoga no sólo son útiles para finalidades higiénicas (físicas o psíquicas), funcionales o eutéticas –es decir, para la conservación de la salud, obtención del equilibrio y prolongación de la juventud- sino que también pueden ser usados con fines terapéuticos, o sea,  para eliminar trastornos y combatir afecciones o predisposiciones mórbidas (desde la ansiedad a las disfonías neurovegetativas, desde la mala digestión a la constipación, del insomnio a las desviaciones de la columna vertebral, etc.).
De esta manera  surge aquella recomendación fundamental: “La práctica del hatha yoga es aconsejable para las personas saludables, a fin de conservar su salud y defenderse de las dolencias, y para las personas enfermas, a fin de curar sus enfermedades.”
El doctor Aldo Saponaro señala que una práctica seria y constante del hatha yoga confiere todos los beneficios anteriormente mencionados y se muestra ventajosa para todos: mejora siempre la intuición del científico, la inspiración del artista, la capacidad de aprendizaje y la memoria del estudioso, el rendimiento de trabajo de los trabajadores, los resultados de los deportistas, el atractivo de la mujer y las cualidades sociales del hombre mundano. En resumen, aumenta las posibilidades de éxito en la vida.
        No podemos dejar de mencionar que la práctica del hatha-yoga constituye un método terapéutico psicosomático de notable valor una vez que:
a)      Tiende a obtener la recuperación del equilibrio psicofísico del individuo.
b)      Procura imbuir en el paciente serenidad, confianza, optimismo, control de las emociones, paz interior.
c)       Representa para el hombre embotado por la vida agitada e irracional de la civilización actual una especie de antídoto de las neurosis y de la deshumanización producida por la creciente mecanización.

Por eso, desde luego, podemos afirmar que los resultados conseguidos con el hatha yoga en las dolencias psicosomáticas son notables. Desde las primeras semanas de práctica, el paciente experimenta una nueva sensación de bienestar, de recuperación orgánica, psíquica y mental y una disminución de los trastornos físicos de la enfermedad.
Además de todo ello, el hatha-yoga es provechoso en el tratamiento de muchos otros trastornos o afecciones de carácter orgánico, en los cuales puede ser aplicado solo o asociado a los medios terapéuticos habituales de la medicina tradicional.
Se impone todavía una salvedad: la práctica del hatha-yoga no significa una especie de panacea que cura todo, pero, sin duda, sus ejercicios sirven para corregir, modificar, atenuar o eliminar determinadas condiciones estructurales, funcionales o bioquímicas que constituyen la base de dichos trastornos –de otro modo, polimorfos, múltiples-, siendo así útiles en mayor o menor escala para combatirlos. Pueden, por tanto, ser asociados a los tratamientos médicos instaurados en cada caso, potenciando los efectos y favoreciendo o acelerando la curación. En estos casos –es una recomendación básica-, la selección de los ejercicios deben ser realizada a través de la colaboración entre médico y profesor de yoga.
Sabemos que cada postura o asana actúa según un mecanismo específicio con el tipo de posición adoptada.
En el estudio de cada asana es indispensable señalar los efectos somático-mentales y las respectivas aplicaciones terapéuticas.
De un modo general es lícito afirmar que las posiciones del hatha-yoga pueden:
               
a)      Mejorar cuantitativa y cualitativamente la circulación sanguínea en el cerebro.
b)      Determinar una mayor afluencia de sangre en un órgano determinado.
c)       Favorecer la eliminación de toxinas del organismo.
d)      Acelerar el metabolismo de los tejidos.
e)      Favorecer la absorción y la eliminación de sustancias vitales.
f)       Estimular ciertas secreciones glandulares.
g)      Provocar indirectamente un masaje del corazón y de otras vísceras internas.
h)      Estimular ciertas terminaciones nerviosas y, consecuentemente, determinadas funciones.
i)        Provocar desplazamientos de la masa sanguínea en la circulación.

Es evidente que no podemos, en este ensayo, citar los beneficios y las indicaciones de cada asana o de los diversos pranayamas, dado que significaría escribir un “Manual de tratamiento” de las posturas del hatha-yoga. Este tema está bien analizado en el excelente libro Sanos y jóvenes con el Yoga del competente médico y profesor de yoga doctor Aldo Saponaro.
En el V Congreso Internacional de Profesores de Yoga, celebrado en Panchgani, India, el ilustre doctor Narain Varandani M.R.D.S. presentó su último trabajo sobre Yoga Chitkitsa –Yogoterapia-, el cual fue divulgado en una monografía publicada por la Academia Brasileña de Yoga (Río, Brasil).
Es innegable que se puede atribuir al yoga un valioso papel en la prevención de dolencias y en el mantenimiento y perfección de la salud, así como en la convalecencia y rehabilitación de los pacientes. El hatha-yoga, como ha sido comprobado científicamente, puede, también, ser una herramienta útil en las manos de los médicos no ortodoxos, en lo que respecta a varias dolencias crónicas en las que la medicina moderna no consigue dar una respuesta definitiva.
Recordemos que entre las múltiples aplicaciones terapéuticas del yoga, Benson (1969) estudió su efecto el uso de drogas y constató que la práctica del yoga disminuye mucho el uso de aquellas psicoactivas, tales como marihuana, LSD, heroína, barbitúricos y benzedrina, y esto porque el yoga, perfeccionando el control interno, disminuye la ansiedad, fortalece la salud mental y el bienestar y, por tanto, elimina el deseo de alucinógenos.
En el Centro de Investigación y Entrenamiento de Yoga de Jaipur se han estudiado principalmente tres dolencias crónicas: diabetes, asma bronquítico y perturbaciones gastro-intestinales crónicas.
Los procedimientos de yoga usados con fines terapéuticos son de cuatro grupos:
1.       Shatkarmas: procedimientos de purificación.
2.       Sukshyama vyayana: ejercicios psicofísicos, simples, suaves.
3.       Asanas y mudras: posturas especiales del cuerpo.
4.       Pranayama: regulación de la respiración y de la energía cósmica.

El doctor Narain Varandani asegura que los resultados alentadores obtenidos por yogoterapia en el Centro de Jaipur (India), así como en otros, sugieren que el yoga puede, considerando aquellas tres dolencias crónicas anteriores mencionadas, permitir:
a)      Al diabético, llevar una vida más normal.
b)      Al asmático, un invierno respirando libremente.
c)       Al paciente de colitis crónica y otras perturbaciones gastrointestinales, sentir alivio en estas perturbaciones.

Por otra parte, dice que la práctica del hatha-yoga muestra su valor en otras dolencias crónicas: hipertensión o hipotensión crónica, dolencias coronarias, rinitis vasomotora o alérgica, dolencias ginecológicas, neurosis, psicosis y otras perturbaciones psicosomáticas.
En estas consideraciones nuestras sobre las indicaciones terapéuticas del Yoga debemos todavía citar la importante contribución del profesor Hermógenes de Andrae, en especial para los diversos desórdenes nerviosos que encuentran alivio o eventual cura con la adopción de una serie de ejercicios adecuados, como los sedantes o los excitantes. La conocida obra “Yoga para nerviosos”, del citado profesor, es digna de ser leída y abordada, de manera particular la aplicación del yoga a personas con múltiples desórdenes nerviosos o psicosomáticos, sustituyéndose las drogas y los “remedios" por las posturas o asanas bien escogidas, dosificadas y con innegables resultados. El libro del profesor Hermógenes presenta una grande y valiosa contribución para la hoy denominada y aceptada “yogoterapia”.
                Mediante los múltiples estudios, las importantes pesquisas científicas y los diversos beneficios conseguidos por la práctica del hatha-yoga como recurso coadyuvante en una enorme variedad de dolencias –físicas y mentales- es lícito esperar que, en breve tiempo, aparezca una verdadera enciclopedia médica yóguica, con sus indicaciones terapéuticas específicas, útiles, con base médica y fisiológica indudable, sirviendo de modo honesto y ventajoso para la profilaxis y también para la cura o mejora de una legión de pacientes y enfermos que existen en el mundo.
Dr. Alberto Lohman
(Médico psiquiatra e instructor de yoga)
TOMO 2, colección fascículos YOGA (Ramiro Calle)






        

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